Gestión del riesgo para los ETF

2024/8/6

Los fondos cotizados en bolsa (ETF) han revolucionado el panorama de la inversión, ofreciendo a los operadores una herramienta versátil para acceder a diversos mercados. Los ETF brindan a los operadores la oportunidad de aplicar sofisticadas estrategias de gestión del riesgo, antes reservadas a los inversores institucionales. En este artículo se explica cómo utilizar eficazmente los ETF para gestionar el riesgo en su cartera de negociación.

Entendiendo los ETF y su perfil de riesgo

Los ETF son fondos de inversión que cotizan en bolsa, como las acciones. Suelen seguir un índice, un sector, una materia prima u otros activos, pero pueden comprarse y venderse a lo largo del día como las acciones ordinarias. A diferencia de los fondos de inversión, los ETF ofrecen mayor flexibilidad y suelen tener comisiones más bajas.

Aunque los ETF pueden mitigar algunos riesgos mediante la diversificación, no están exentos de ellos. El riesgo de mercado afecta a todas las inversiones, y los ETF no son una excepción. Otro factor a tener en cuenta es el error de seguimiento, por el que el rendimiento de un ETF se desvía de su índice subyacente. El riesgo de liquidez también puede ser un factor a tener en cuenta, sobre todo en el caso de los ETF con objetivos muy concretos.

La diversificación: La base de la gestión del riesgo


La diversificación es la piedra angular de la gestión del riesgo, y los ETF destacan por proporcionar una diversificación instantánea. Al invertir en un único ETF, puede obtener exposición a cientos o incluso miles de valores individuales. Esto reparte el riesgo entre varias empresas, sectores o incluso países.

Para obtener la máxima diversificación, considere los ETF de mercados amplios, como los que siguen el S&P 500 o los índices bursátiles totales. Ofrecen exposición a una amplia gama de empresas de diversos sectores, reduciendo el impacto de los malos resultados de un solo valor o sector.

Asignación de activos con ETF


Una correcta asignación de activos es crucial para gestionar el riesgo. Los ETF facilitan la creación de una cartera equilibrada entre distintas clases de activos. Por ejemplo, puede utilizar una combinación de ETF de renta variable para el crecimiento, ETF de renta fija para la estabilidad y ETF de materias primas para la protección frente a la inflación.

Una asignación sencilla pero eficaz para un inversor de riesgo moderado podría ser la siguiente

– 60% en un ETF de bolsa total

-30% en un ETF de renta fija amplia

-10% en un ETF diversificado de materias primas

Esta asignación ofrece una combinación de potencial de crecimiento y estabilidad, que puede ajustarse fácilmente en función de su tolerancia al riesgo y sus objetivos de inversión.

Estrategias de cobertura con ETF


Los ETF ofrecen diversas estrategias de cobertura para proteger su cartera durante las caídas del mercado. Los ETF inversos, que se mueven en dirección opuesta a la de su índice subyacente, pueden utilizarse para compensar posibles pérdidas en sus posiciones largas. Sin embargo, utilice estos instrumentos con precaución, ya que están diseñados para la cobertura a corto plazo y pueden ser complejos.

Por ejemplo, pensemos en un inversor que tiene 10.000 dólares en un ETF del índice S&P 500. Si le preocupa la posibilidad de que se produzcan pérdidas, puede utilizar estos instrumentos. Si le preocupa una posible caída del mercado, podría cubrir su posición invirtiendo 2.000 $ en un ETF inverso del S&P 500. Si el S&P 500 cae un 0,5%, el ETF inverso podría cubrir su posición invirtiendo 2.000 $ en un ETF inverso. Si el S&P 500 cae un 5%, su posición principal perdería 500 $, pero el ETF inverso ganaría unos 100 $ (5% de 2.000 $), reduciendo la pérdida total a 400 $. Esta estrategia puede proporcionar cierta protección contra la volatilidad del mercado a corto plazo.

Es importante tener en cuenta que los ETF apalancados e inversos pueden ser especialmente arriesgados y, en general, no son adecuados para inversores que compran y mantienen a largo plazo. Conozca siempre a fondo estos productos antes de incorporarlos a su estrategia.

Gestión de los riesgos sectoriales


La sobreexposición a sectores específicos puede aumentar el riesgo de la cartera. Los ETF sectoriales le permiten equilibrar su exposición o protegerse de los riesgos específicos de un sector. Por ejemplo, si invierte mucho en valores tecnológicos, puede reducir el riesgo invirtiendo en un ETF del sector sanitario o de servicios públicos.

Algunos operadores utilizan una estrategia de rotación sectorial, cambiando las inversiones entre distintos ETF sectoriales en función del ciclo económico. Aunque puede ser eficaz, requiere un análisis cuidadoso y una ejecución oportuna.

Diversificación internacional con ETF


Ampliar su cartera internacionalmente puede reducir los riesgos específicos de cada país y aumentar potencialmente la rentabilidad. Los ETF facilitan la inversión en mercados extranjeros sin la complejidad de poseer directamente acciones extranjeras.

Este enfoque proporciona exposición a varios mercados internacionales, reduciendo potencialmente el riesgo a través de la diversificación geográfica. En 2017, cuando el S&P 500 rindió alrededor del 21,8%, el índice MSCI Emerging Markets rindió un 37,3%, lo que demuestra cómo la exposición internacional a veces puede superar a los mercados nacionales.

Puede utilizar ETF específicos de un país para dirigirse a mercados concretos u optar por ETF regionales para una exposición más amplia. Cuando invierta a escala internacional, tenga en cuenta los riesgos cambiarios. Algunos ETF cubren la exposición a las divisas, mientras que otros no lo hacen, lo que afecta a sus rendimientos cuando fluctúan los tipos de cambio.

Gestión del riesgo mediante reajustes periódicos

Los reajustes periódicos son esenciales para mantener la asignación de activos prevista y gestionar el riesgo. Dado que los distintos activos se comportan de forma diferente a lo largo del tiempo, su cartera puede desviarse de su asignación original, aumentando potencialmente el riesgo.

Con los ETF, el reajuste es sencillo. Basta con vender los ETF sobre ponderados y comprar los infra ponderados. La frecuencia del reequilibrio depende de su estrategia, pero muchos inversores lo hacen anualmente o cuando su asignación supera unos límites predeterminados.

Consejos prácticos para la gestión del riesgo de los ETF


Para gestionar eficazmente el riesgo con los ETF

1.Investigue a fondo: Examine el coeficiente de gastos, el error de seguimiento y la liquidez de un ETF antes de invertir.

2.Utilice órdenes stop-loss: Estas pueden limitar las pérdidas potenciales vendiendo automáticamente si el precio de un ETF cae por debajo de un nivel especificado.

3.Controlar y ajustar: Revise regularmente su cartera y ajuste su estrategia según sea necesario.

4.Manténgase informado: Manténgase al día de las tendencias del mercado y de las noticias económicas que puedan afectar a sus inversiones en ETF.

    Recuerde que, aunque los ETF pueden ser potentes herramientas de gestión del riesgo, no lo eliminan por completo. Invierta siempre dentro de su tolerancia al riesgo y considere la posibilidad de consultar a un asesor financiero para obtener asesoramiento personalizado.

    Para quienes deseen poner en práctica estas estrategias, plataformas como VT Markets ofrecen la posibilidad de operar con una amplia gama de ETFs, proporcionando acceso a diversos mercados y herramientas de gestión del riesgo.

    Conclusión
    Los ETF ofrecen a los operadores no profesionales una serie de herramientas para gestionar el riesgo. Desde facilitar la diversificación hasta permitir sofisticadas estrategias de cobertura, los ETF pueden ayudarle a construir una cartera resistente. Si sabe cómo utilizar eficazmente los ETF para la gestión del riesgo, podrá sortear las incertidumbres del mercado con mayor confianza. A la hora de aplicar estas estrategias, recuerde que invertir con éxito es un proceso de aprendizaje y adaptación continuos.