Por: Eduardo Ramos
Recientes indicadores económicos en Estados Unidos presentan un panorama mixto, reflejando tanto desafíos como signos de recuperación en diversos sectores.
Confianza del Consumidor en Declive
La confianza del consumidor ha mostrado una disminución notable. El Índice de Confianza del Consumidor del Conference Board cayó a 92.9 en marzo, marcando su cuarto mes consecutivo de descenso. Particularmente preocupante es el Índice de Expectativas, que mide las perspectivas a corto plazo de los consumidores sobre ingresos, negocios y condiciones laborales, y que se redujo a 65.2, el nivel más bajo en 12 años. Este valor está por debajo del umbral de 80, generalmente considerado como un indicador de posible recesión. Factores como la incertidumbre en políticas comerciales y preocupaciones inflacionarias han influido en este pesimismo.
Actividad Empresarial: Servicios en Alza, Manufactura en Baja
La actividad empresarial presenta una dicotomía entre los sectores de servicios y manufactura. El Índice de Gerentes de Compras (PMI) compuesto de S&P Global subió a 53.5 en marzo, indicando expansión. Este crecimiento fue impulsado por el sector de servicios, cuyo PMI aumentó a 54.3. En contraste, el PMI manufacturero cayó a 49.8, señalando contracción. Esta divergencia sugiere que, mientras los servicios ganan impulso, la manufactura enfrenta desafíos, posiblemente debido a preocupaciones sobre aranceles y costos de insumos.
Mercado Inmobiliario: Señales de Recuperación
El mercado inmobiliario muestra signos de recuperación. Las ventas de viviendas nuevas aumentaron un 1.8% en febrero, alcanzando una tasa anual ajustada estacionalmente de 676,000 unidades. Aunque este incremento es menor al esperado, indica una mejora en la actividad del mercado. Además, las ventas de viviendas existentes crecieron un 4.2% en el mismo mes, superando las expectativas y sugiriendo una creciente confianza entre los compradores. Sin embargo, factores como tasas hipotecarias fluctuantes y condiciones económicas generales podrían influir en la sostenibilidad de esta tendencia.
La economía estadounidense enfrenta un panorama mixto: una confianza del consumidor en declive que podría afectar el gasto, una actividad empresarial dividida entre un sector de servicios en crecimiento y una manufactura en contracción, y un mercado inmobiliario que muestra signos de recuperación pero con desafíos potenciales. La evolución de estos indicadores en los próximos meses será clave para determinar la dirección económica del país.