Lo entendemos. Las elecciones presidenciales siempre están en boca de todos. Siempre hay mucho en juego, y los mercados ya se están moviendo con agitada volatilidad.
Pero, ¿qué tienen las elecciones presidenciales para que el mundo se ponga nervioso? Estados Unidos tiene una larga historia de influencia en la economía mundial, desde las políticas aprobadas hasta los cambios sectoriales.
A estas alturas, los lobos de Wall Street ya lo saben todo, pero siempre es una buena práctica echar la vista atrás al pasado para tomar mejores decisiones de cara al futuro.
Los meses que preceden a las elecciones en EE.UU. han sido los más propicios para las oscilaciones del mercado.
La influencia de las elecciones presidenciales se aprecia muy claramente en el VIX (Índice de Volatilidad del Chicago Board Options Exchange). Conocido coloquialmente como el «indicador del miedo», el VIX suele mostrar un repunte antes de la temporada electoral, lo que indica un aumento de las coberturas y la anticipación de movimientos rápidos del mercado.
Por ahora, el VIX se mantiene bastante estable antes de la campaña presidencial, pero unas elecciones disputadas o la incertidumbre sobre los resultados podrían darle la vuelta en un abrir y cerrar de ojos.
Imagen: El gráfico diario del VIX en la aplicación VT Markets
Echemos un vistazo a algunos aspectos destacados de la volatilidad en elecciones pasadas:
Las elecciones de 2000 entre George W. Bush y Al Gore fueron como una montaña rusa política de la que los estadounidenses no podían bajarse, especialmente cuando los resultados de Florida empezaron a oscilar de un lado a otro.
Aunque Gore ganó el voto popular por un pelo, el destino de las elecciones se redujo a los 25 votos electorales de Florida. Los términos «chads colgantes» y «papeletas mariposa» se convirtieron en términos de uso común mientras todo el mundo se esforzaba por entender qué había fallado en el proceso de recuento de votos.
A medida que aumentaba la tensión, el índice S&P 500 caía casi un 5% y el VIX se disparaba más de un 40%.
Tras una dramática decisión de 5-4 del Tribunal Supremo en el caso Bush contra Gore, se detuvo el recuento, dando esencialmente la presidencia a Bush.
Crisis financiera de 2008 y obama -McCain
Cuando estalló la crisis financiera en 2008, fue como ver caer fichas de dominó, cada una de las cuales representaba puestos de trabajo, hogares y seguridad financiera para millones de estadounidenses. La economía parecía tambalearse y la gente estaba desesperada por ver a un líder capaz de ofrecer una visión de estabilidad.
Fuente de la imagen: The Balance
El VIX llegó a 89,53 -un máximo histórico- mientras los mercados se atenazaban por la incertidumbre sobre qué políticas del candidato dirigirían la recuperación.
Elecciones Trump-Clinton de 2016
Las elecciones de 2016 llevaron a Estados Unidos a un nuevo tipo de campaña, desordenada, ruidosa y profundamente dividida.
Clinton ganó el voto popular por casi 3 millones, pero Trump se hizo con el Colegio Electoral en estados clave como Pensilvania y Michigan, considerados bastiones de los demócratas.
La victoria de Trump fue inesperada para muchos, incluidos los mercados.
Los futuros del Dow cayeron más de 800 puntos durante la noche. Sin embargo, el fuerte rebote hizo que el S&P 500 terminara el año con una subida del 9,5%.
Elecciones Trump-Biden de 2020
Las elecciones de 2020 fueron como ninguna otra de las que se recuerdan, con una pandemia mundial, la incertidumbre económica y el aumento de las tensiones raciales como telón de fondo. Joe Biden, con su mensaje «Reconstruir mejor», se posicionó como un contrapunto tranquilo y empático al presidente Trump, criticado por su gestión del COVID-19 y su enfoque combativo de las cuestiones sociales.
Biden ganó finalmente tanto el voto popular por más de 7 millones como el Colegio Electoral, pero la transición fue todo menos tranquila. El VIX subió hasta 40, ya que la preocupación por posibles retrasos o resultados controvertidos mantuvo en vilo a los operadores.
Imagen: El movimiento del CBOE VIX en 2020 visto en la app VT Markets.
Como al resto del mundo, a los mercados no les gusta la incertidumbre. Las elecciones estadounidenses la ofrecen a raudales, especialmente en unas elecciones tan reñidas como las que estamos viendo en este momento, en las que el candidato ganador está aún muy en equilibrio. Predecir las políticas de cada candidato y lo que significarán para el comercio, los impuestos y la regulación de la industria pone nerviosos a los mercados.
Si añadimos la especulación de los medios de comunicación y los cambios en las encuestas, no es de extrañar que veamos tanta volatilidad.
Las políticas de cada candidato pueden afectar de forma diferente a sectores específicos, como la energía verde o la sanidad, lo que lleva a los operadores a cubrir sus apuestas o a rotar de sector para gestionar el riesgo.
Con las elecciones aumentando la volatilidad, los operadores emplean diversas estrategias para proteger sus carteras o beneficiarse de los movimientos del mercado:
Opciones
Las opciones son una gran herramienta que permite a los operadores protegerse de los riesgos a la baja, y muchos de ellos compran opciones de venta sobre índices como el S&P 500. También pueden servir para proteger las carteras de los inversores. También pueden proporcionar
El VIX
El propio VIX es una cobertura popular, ya que sube en periodos de incertidumbre.
Coberturas de divisas
Las elecciones en EE.UU. pueden provocar conmociones en las divisas mundiales, afectando a pares como el USD/JPY o el EUR/USD. Si el dólar se debilita, los operadores podrían invertir en otras divisas, aprovechando las reacciones de los mercados mundiales.
Rotaciones sectoriales
Durante los ciclos electorales, los operadores rotan entre sectores que pueden ir mejor con cada candidato. Por ejemplo, las acciones de energía verde subieron en 2020, mientras que las acciones de salud experimentaron volatilidad debido a las opiniones opuestas sobre la reforma.
Activos refugio
El oro, los bonos del Tesoro de EE.UU. y el franco suizo (USD/CHF) son activos clásicos cuando las cosas se ponen difíciles, ya que ofrecen una sensación de seguridad cuando los mercados se vuelven turbulentos. Esto se observa especialmente en la subida del precio del oro en los últimos meses debido al aumento de la tensión geopolítica y a la incertidumbre de las elecciones presidenciales en EE.UU.
Imagen: Gráfico diario del oro en la aplicación VT Markets.
Mientras algunos operadores juegan a la defensiva, otros ven en la volatilidad una oportunidad para obtener beneficios. Las oscilaciones de precios provocadas por las elecciones pueden ser ideales, especialmente para operar a corto plazo.
Swing Trading
Las elecciones ofrecen condiciones propicias para los swing traders, que pueden sacar provecho de los movimientos a corto plazo impulsados por las noticias de última hora, las encuestas y los debates.
Los indicadores técnicos clave, como los niveles de soporte y resistencia, ayudan a los operadores a navegar por la volatilidad. Seguir estas señales técnicas permite a los operadores adaptarse a las oscilaciones repentinas de los precios a medida que el mercado reacciona y digiere los acontecimientos impulsados por las noticias.
Los contratos de futuros, especialmente sobre índices, materias primas y divisas, se negocian mucho durante las elecciones. Los contratos sobre el petróleo, el oro y el S&P 500 registran una actividad considerable, ya que los operadores aprovechan los rápidos cambios del mercado.
Ajustes tras las elecciones
Después de las elecciones, los mercados pueden reevaluar las implicaciones de los resultados, lo que puede dar lugar a nuevas oscilaciones de los precios y crear nuevas oportunidades.
Sabemos que los mercados tienden a comportarse mejor en los años en los que el presidente en ejercicio es reelegido, ya que ello aporta más consistencia.
Del mismo modo, un cambio en la administración puede provocar turbulencias a corto plazo, ya que las nuevas políticas tardan en adoptarse y en evaluarse sus repercusiones.
Con cada elección estadounidense llega una ola de volatilidad, pero los operadores pueden sortearla con una cobertura inteligente o aprovechando las oscilaciones de los precios.
Las opciones, los activos refugio y los cambios sectoriales pueden ofrecer protección a las carteras, mientras que las operaciones de swing y futuros pueden convertir la incertidumbre en oportunidad.
La volatilidad provocada por las elecciones conlleva riesgos, pero para el inversor preparado, también puede reportar beneficios.